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FESTIVALES INTELIGENTES: CÓMO LA MÚSICA SIRVE A LA INNOVACIÓN EN CIUDADES

“Los festivales podemos ser microciudades laboratorio. Si funciona dentro de un festival puede funcionar en un destino o en un área más grande”. Fiachra McDonagh, de Rototom Festival, apuntaba esta nueva perspectiva de los espectáculos musicales en directo, eventos que más allá de ser recursos de ocio y dinamizadores turísticos, pueden ser una herramienta de innovación social y gestión ciudadana. Ése es realmente el objetivo de lo que Turisme Comunitat Valenciana impulsa como “Festival Inteligente”, cuyo modelo se presentaba en Castellón junto a promotores de festivales como Rototom, SanSan o Diversity Valencia.

Se trata de que el festival ayude al destino en la gestión de su turismo (como Destino Turístico Inteligente, DTI) e incluso en la gestión ciudadana general y la vida de los vecinos convirtiéndolo en un nodo de información relevante.

Pero ¿es esto posible? ¿Cómo se consigue, se financia y se pone en marcha?

Turisme Comunitat Valenciana ha editado una Guía que describe qué pasos iniciar para conseguirlo. Si eres gestor de un destino de festivales o pretendes promover uno de estos eventos, te contamos en qué consiste.

Concentrar miles de personas en un espacio corto de tiempo y en una ubicación concreta obliga a una estructura de organización que, cada vez, incorpora más tecnología y digitalización. Control de accesos y aforos, pulseras para los pagos, aplicaciones de información, red wifi gratis para los asistentes… son de las tecnologías más usadas pero los datos que proporcionan son de uso interno del festival.

El modelo de “Festival Inteligente” propone “que la información no sólo se la quede el promotor sino que se pueda compartir con los diferentes actores del destino (administración pública y empresas) y que se recopile durante todo el ciclo de vida del asistente, desde que planifica la posible asistencia al festival hasta que vuelve a casa” decía Francisco Morcillo, de Aalto Consultores, autores de la guía.

QUIÉN HACE UN FESTIVAL INTELIGENTE

El modelo propone crear organismos de gobernanza en los que estén en contacto los promotores de festivales, las administraciones públicas, las empresas turísticas (desde hoteles hasta restaurantes o empresas de oferta complementaria), el comercio o la industria local.

Estos organismos trabajan conjuntamente en cómo innovar para mejorar la sostenibilidad, la seguridad y la accesibilidad del festival y del turismo en general del destino.

CUÁNDO SE TRABAJA UN FESTIVAL INTELIGENTE

En un festival inteligente los equipos de gobernanza trabajan antes, durante y después del evento analizando y compartiendo la información recopilada en cada momento.

Antes, se puede monitorizar el impacto de las campañas de marketing, los comentarios y publicaciones en redes sociales, entradas vendidas, etc para avanzar previsiones y detectar necesidades y picos de demanda.

Durante, se mide el tráfico de asistentes, los accesos más fluidos, el gasto o las actividades más realizadas dentro y fuera del festival, etc.

Después, se pueden medir el nivel de satisfacción de los asistentes, el impacto económico en el destino (desde compras o reservas hasta contrataciones en la industria local desde la preparación hasta el desmontaje), la generación de residuos y ruido y los puntos negros de mayor contaminación, la monitorización digital de comentarios, etc.

CÓMO SE TRABAJA UN FESTIVAL INTELIGENTE

El festival inteligente es el que se trabaja a partir de la medición y análisis de datos y la interacción con el destino. La tecnología de sensorización y digitalización permite en la actualidad medir todos los consumos e impactos y poner cifras al esfuerzo social de un festival en su destino.

“Imaginaos la huella que dejamos en un evento que aglutina 70.000 personas en un fin de semana. La sostenibilidad nos preocupa y nos ocupa. Este año volvemos a los envases retornables, nada desechable, queremos eliminar el combustible fósil…” decía Roberto Recuero, de SanSan Festival. “En nuestro caso, solo las pajitas que se gastan en el festival sumaban 300 kilos de plástico y desde 2017 las usamos de maíz, queremos digitalizar todo nuestro consumo eléctrico y medir la huella de carbono, desde el 94 apostamos por el consumo y la contratación local…” añadía Fiachra, de Rototom.

Son sólo algunos datos de lo que hacen estos festivales por ser más sostenibles pero son datos que se quedan en sus archivos. Compartir toda la información con el resto de empresas del destino, con la administración e incluso con otros festivales es la clave del Festival Inteligente, que busca calidad en vez de cantidad.

“Los festivales hacen, no están pensando, no trabajan la teoría. Pero sí por el camino se pueden recopilar los datos de nuestro trabajo, mucho mejor” reconocía el responsable de Rototom, que también ponía el acento en la financiación económica “queremos invertir este año 100.000 euros más en sostenibilidad pero sin apoyos es difícil”.

CÓMO SE FINANCIA UN FESTIVAL INTELIGENTE

La inversión en tecnología y monitorización de datos siempre es elevada. Afecta a la rentabilidad de un festival y por tanto depende en gran medida del tamaño del evento. El modelo de Festivales Inteligentes tiene en cuenta 3 tipos de evento desde los grandes hasta los más puntuales y pequeños con el fin de que la digitalización y la costumbre de trabajar con informes y datos se introduzca de forma escalable.

Los retos son importantes porque se debe tener en cuenta desde la cualificación técnica del personal hasta la dotación de conectividad o el uso de tecnología que permita que todos los datos recogidos por el festival puedan ser leídos y consultados fácilmente por todos los agentes del destino interesados.

¿Cómo asumir todo esto y seguir siendo rentables?

Compras conjuntas

El modelo de Festivales Inteligentes propone explorar mecanismos de cooperación: contratación de artistas o compras conjuntas de todos los eventos bajo el sello Festivales Inteligentes, gestión de recursos y recintos compartidos, etc. Fiachra McDonagh veía con buenos ojos “crear conjuntamente una plataforma para gestionar la interacción con el destino, con los proveedores, etc para coordinarnos y hacer más con menos esfuerzo.”

En este sentido, Turisme Comunitat Valenciana explora la posibilidad de crear la Red de Festivales Inteligentes de la C.Valenciana a imagen y semejanza de la Red de Destinos Turísticos Inteligentes, en la cual los municipios ya ponen en común su forma de trabajar, sus proveedores y obtienen además la posibilidad de que empresas apliquen su tecnología en los destinos con proyectos piloto sin coste económico.

Rentabilizar los datos y explorar nuevos ingresos, ayudas y patrocinios

Cuando un festival mide y puede demostrar su impacto con datos, puede llegar a mejores acuerdos e incluso diversificar sus fuentes de ingresos, más allá de entradas y consumo. “Yo soy promotor musical, no empresario de alojamiento pero hacemos acuerdos con campings y hoteles y comercializamos sus plazas bajo la marca SanSan Resort” explica Roberto Recuero.

Recuero, además, subrayaba la importancia de poner en valor la capacidad prescriptora y publicitaria de un festival, “somos influencers” decía, eventos capaces de publicitar un destino pero también de promover conciencia e innovación social. “El Rototom ha hecho calar la conciencia sostenible en su público” afirmaba Recuero.

Ese alcance comunicativo se puede multiplicar con la aplicación de la nueva tecnología del metaverso, apuntaba Jesús Lumbreras, de Diversity Valencia. “¿Y si esa influencia la creáramos incluso antes, generando una comunidad virtual en torno al festival con posibilidad de comunicar, de crear juegos, actividades comerciales y concienciar a los asistentes sobre el destino incluso antes de llegar?” preguntaba Jesús al contar cómo Diversity está explorando ya la posibilidad de crear su festival en un metaverso.