“Todo el mundo desea ver un Picasso o un Goya pero pocos conocen que aquí, muy cerca de casa, tenemos los Picassos y Goyas de la Prehistoria”. Pilar Vidal, directora del Museo de la Valltorta, reconoce que todavía queda camino por recorrer en la difusión y conocimiento del Arte Rupestre de la Comunitat Valenciana pero desde este museo de la Conselleria de Cultura se empeñan en demostrar que es un recurso de valor para fomentar el turismo sostenible, aquél que cuida el entorno, vertebra el territorio y valora la historia. Ese afán ha hecho que el Parque Cultural de la Valltorta, en Castellón, sea este año reconocido con el Premi Turisme Comunitat Valenciana en turismo sostenible.
La Valltorta es un museo al aire libre, un parque cultural con 19 abrigos donde se puede contemplar arte rupestre a través de 82 km. entre Tírig, Albocàsser, Ares del Maestrat, Benassal, Catí, Les Coves de Vinromà, Morella i Vilar de Canes.
UNA HISTORIA COMÚN
Este arte es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, “los Goyas o los Picassos de la Prehistoria”, obras de entre 5000 y 7000 años de antigüedad que cuentan historias de nuestra Historia y que ahora están permitiendo, además, construir una historia común entre las diferentes comarcas. “No es fácil que en el mundo rural se entienda el trabajo conjunto entre pueblos diferentes, que lo que beneficia a uno también beneficia al otro, la generación de alianzas entre el sector público y el privado, pero hemos avanzado” nos cuenta Pilar. Su deseo es que el arte rupestre contribuya a la vertebración entre las diferentes comarcas que albergan este patrimonio.
El primer paso lo han dado en las comarcas de Castellón. El museo tiene su sede con exposición permanente en Tírig y desde allí organizan visitas guiadas a los diferentes abrigos de la Valltorta. “Había muchos pueblos pequeños donde los abrigos no estaban abiertos al público, no tenían oficina de turismo o guías especializados” cuenta Pilar. Decidieron entonces establecer acuerdos con estos municipios de forma que el museo envía cada mes un guía para realizar una visita. Abarcan 4 comarcas: Els Ports, El Maestrat, La Tinença de Benifassà y La Plana Alta y cada fin de semana del mes visitan una de ellas, a excepción de agosto que las visitas guiadas las realizan entre semana. Los ayuntamientos y/o oficinas de turismo de cada municipio, junto al museo, se encargan de publicitar estas visitas y gestionar las reservas.
De esta forma, se han hecho visitables 12 puntos: Cingle de Palanques (Palanques), abrigo del mas de Barberà de Sant Cristòfol (Forcall), La Covatina del Tossalet del mas de la Rambla (Vilafranca), abrigo del mas de la Rambla (Portell), Coves de la Saltadora (Les Coves de Vinromà), abrigo Centelles (Albocàsser), La Serradassa (Vistabella), la Cova Pere Tomàs (Atzeneta), La Cova dels Rossegadors o del Polvorí (la Pobla de Benifassà), abrigo d’en Melià (Serra d’en Galceran), abrigo del Castell (Vilafamés) y abrigo de la Joquera (Borriol).
Igualmente, el museo ha empezado a difundir también el arte rupestre visitable de las provincias de València y Alicante y aglutina en su propia web todos los yacimientos y la información sobre cómo visitar cada uno de ellos.
Hace ya 3 años que iniciaron este trabajo de aglutinar todo el arte rupestre visitable para crear una oferta de calidad, gestionada de forma sostenible y respetuosa. “Es un recurso muy frágil, muy expuesto y no puede soportar una gran presión turística. Organizamos grupos de 50 personas para trasladarlos pero una vez allí el acceso al abrigo está regulado y reducido a unas 15 personas cada vez” explica la directora del Museo.
MÁS VISITANTES QUE ANTES DE LA PANDEMIA
La Valltorta recibe cada año unos 18.000 visitantes, principalmente turismo familiar y grupos escolares. El turista de sol y playa todavía no tiene una presencia predominante aunque conoce cada vez más este recurso como oferta complementaria. La sorpresa se ha producido este verano. En agosto de 2021 el museo ha registrado más visitas que el mismo mes de 2019, antes de la pandemia. “Al tener grupos reducidos no podíamos atender a todos los que venían, en 2019 vinieron 1549 visitantes y este agosto hemos recibido 2200. Con el Covid, los valencianos se han volcado en sus propios recursos y lo notamos” afirma orgullosa Vidal.
Pilar nos cuenta que no tienen presupuesto propio, dependen de la financiación de conselleria, pero no dejan de trabajar para atraer público. Han renovado toda la web que es su principal canal de información; publican en castellano, valenciano, francés e inglés; disponen de redes sociales para mantener la fidelización de los que ya les conocen; y ahora se plantean asistir incluso a ferias. “Es una vía incipiente pero sí queremos buscar ferias especializadas en arte rupestre, turismo rural, rutas culturales… para captar público específico” apunta la directora.
El Museo de la Valltorta sabe que el turismo sostenible es una gran herramienta para dar valor a este importante patrimonio artístico y siguen caminando por esta senda.
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