El banco diseñado por AIDIMME, que combina madera y cerámica, funciona con energía solar, ofrece información sobre diferentes servicios de la ciudad y ofrece la posibilidad de recargar la batería de un smartphone sin necesidad de conectarlo a través de USB.
No cabe duda de que nuestras grandes ciudades suponen un enorme campo de pruebas en materia de innovación turística. Valencia, situada desde hace años como un destino de primer orden, detenta unas características geográficas y climáticas excepcionales para ello. Por eso, cualquier vecino o turista que se haya acercado desde el pasado mes de abril hasta el complejo portuario de La Marina se habrá visto sorprendido por un banco de lo más singular. Mobiliario urbano que trasciende –de lejos– la simple condición de asiento para el descanso que esta pieza básica del mobiliario urbano suele encarnar.
Allí se emplaza un banco unipersonal construido a base de madera y cerámica por AIDIMME No es un banco cualquiera: se alimenta con luz solar, permite consultar información práctica acerca de la ciudad e incluso cargar el teléfono móvil sin necesidad de llevar encima un conector USB. Un servicio útil y sostenible que redunda en la comodidad de los visitantes. Un nuevo polo de atracción para cualquier turista que pasee por La Marina de Valencia.
AIDIMME DESTACA LA VISIBILIDAD, LA FUNCIONALIDAD Y EL USO INTUITIVO
Vicente Sales, jefe de sección de análisis y mercados de AIDIMME, cree que una de las razones para que Turisme Comunitat Valenciana haya escogido su prototipo urbano para darle el premio a la investigación e innovación turística es su carácter eminentemente práctico. “Muchas veces las cosas se quedan en un entorno de laboratorio, pero en esta ocasión quisimos hacer un prototipo que se pudiera instalar en un entorno de uso real”. El proyecto ha sido coordinado y dirigido técnicamente por Miguel Ángel Abián, jefe del Departamento de Tecnología y Biotecnología de la Madera y responsable de la línea de I+D Construcción con madera y de proyectos relacionados con sensores y Smart Cities.
El instituto, ubicado en el Parque Tecnológico de Paterna bajo la dirección de Mariano J. Pérez Campos, destaca la visibilidad, la funcionalidad y el uso intuitivo que cualquier ciudadano o turista puede hacer de este banco inteligente. “Si hubiera sido algo meramente conceptual, algo que se queda en un cajón o sobre una mesa, hubiera sido diferente: el valor real es que la gente puede sentarse y experimentarlo, porque en la innovación tecnológica hay una escala que va marcando desde el momento en el que desarrollas algo novedoso hasta que lo lanzas al mercado”.
TURISMO, CERÁMICA Y MADERA
El banco, que forma parte del proyecto Nodos-Turismo, aglutina otros valores al margen de su carácter práctico. Es sostenible e integra tres industrias fundamentales en la Comunitat Valenciana: turismo, cerámica y madera. “Lleva madera termotratada para exterior y un recubrimiento de cerámica fotocatalítica, que absorbe la polución también”, explica Vicente Sales. Según él, han querido “potenciar que esos dos sectores tradicionales, como son la cerámica y la madera. Y de esta manera, acercarlos a un sector tan práctico como el turismo, contemplando el espacio urbano como un potencial de mercado e innovación”.
Este prototipo se conecta a internet y dispone de una serie de aplicaciones en su pantalla con información turística sobre servicios públicos y transportes. Permite cargar el teléfono móvil sin necesidad de enchufarlo, por inducción, tan solo dejándolo en el reposabrazos del banco. Como dice Sales, “supone un intento de integrar algunas de las corrientes actuales en turismo inteligente. De este modo damos respuesta a toda esta ola tecnológica que está entrando en los objetos del mobiliario urbano”.
Su sostenibilidad se plasma en el pequeño voladizo ubicado sobre su respaldo. Incorpora una placa de energía solar, con la que se alimenta la pantalla colocada en su parte trasera y todas sus aplicaciones. También da servicio al sistema de carga de teléfonos móviles y la iluminación LED. Un sistema que se activa a través de un sensor de proximidad. El prototipo realizado por AIDIMME es mucho más que un banco, como se puede apreciar por todas sus funcionalidades. Es una fuente de información esencial para cualquier turista.