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AYUNTAMIENTO DE XÀBIA, PREMIO AL TURISMO SOSTENIBLE

Este municipio alicantino, uno de los más visitados de la Comunitat Valenciana, se toma muy en serio la sostenibilidad. Por eso ha implementado una batería de medidas destinadas a buscar el equilibrio entre el disfrute de las playas y el respeto por el pasaje y el medio ambiente.

La localidad costera de Xábia es una de las más visitadas de todo nuestro litoral. Especialmente durante los meses de verano. Miles de turistas de dentro y fuera de nuestras fronteras disfrutan de sus playas e innumerables calas. Compatibilizar la oferta de servicios con una política de turismo sostenible es uno de los grandes retos. Y este municipio de la comarca de La Marina Alta los asume como propios. La implantación de una batería de medidas al respecto es lo que la he valido el premio de Turisme Comunitat Valenciana en la categoría de turismo sostenible.

OBJETIVO, UN TURISMO SOSTENIBLE

“Cuando llegamos al ayuntamiento, tomamos la determinación de que debíamos tomar otro camino. No solo apostar por la promoción, sino también por la planificación. El objetivo, que Xàbia sea un destino de turismo sostenible”, confirma el alcalde José Francisco Chulvi. De hecho, fue todo el trabajo que se desarrolló principalmente en 2017 el que ha acabo dando estos frutos. “El objetivo que nos marcamos con las medidas que tomamos, especialmente durante el año pasado, era favorecer esa sostenibilidad. Buscar el equilibrio entre el disfrute de nuestras playas y calas y el respeto al paisaje y al medio ambiente, la protección y la preservación”.

Una serie de medidas de las que tanto los ciudadanos que residen en la localidad todo el año como los turistas ocasionales que la visitan cada verano (entre ellos miles de británicos, alemanes y franceses) se pudieran beneficiar. La protección del medio ambiente operó en Xàbia en cuatro ámbitos fundamentales. Acceso a calas y a cuevas marinas, vigilancia de fondeos en suelo marino y suelo urbanizable a desclasificar.

RESTRINGIR EL PASO A LA CALA GRANADELLA

En el primer apartado, esgrime José Chulvi que por un lado “se restringió el acceso a la cala de la Granadella, de manera que el número de vehículos quedó limitado”. Una vez que estaba cubierto ese cupo “pusimos un transporte público, que el año pasado fue un bus y este año ha sido un tren turístico. Ese medio baja a los turistas desde un parque que tenemos habilitado hasta la cala”. La medida se reveló como un éxito. Cerca de 20.000 usuarios los que ha recabado el tren turístico durante el último verano. En el mismo sentido, se prevé para la próxima temporada turística “implementar acceso a la cala de la Barraca, para regularlo y que se haga en condiciones de seguridad”.

Respecto al segundo apartado, el de los accesos a las calas marinas del litoral sur de Xàbia, ya llegando a la zona del Cabo de La Nao, el ayuntamiento procedió a “balizarlas para prohibir el acceso a ellas con embarcaciones a motor”. El resultado es que ahora “se puede acceder a ellas a nado o con un kayak, pero no con motos de agua o pequeñas embarcaciones”.

PROTECCIÓN DE LA PRADERA DE POSIDONIA

La protección de la flora marina, especialmente de la especie autóctona de la Posidonia, ha sido otro de los objetivos prioritarios del consistorio en materia de sostenibilidad. Es por ello que José Chulbi recuerda que han “incrementado las boyas de fondeo en unas 130”. Con esta medida se consigue reducir “los fondeos con ancla”. De esta forma, las plantas acuáticas que perviven en el sustrato marino y le confieren peculiar personalidad a su costa no se vean dañadas. En esencia, se trata de preservar el color y la salud del mediterráneo.

Y la cuarta pata de esa política medioambiental ha sido la desclasificación de suelo urbanizable. El Plan General del municipio ha afectado a siete millones de metros cuadrados que ya no son edificables. El total a nivel de la Comunitat Valenciana es de treinta millones. Las cifras dejan claro que el porcentaje que ocupa la localidad de La Marina Alta es más que considerable. Aún así, el alcalde asume que en ese aspecto “aún queda mucho trabajo por hacer”.
El objetivo, según Chulvi, “es que la sostenibilidad y la experiencia de los turistas sea óptima”. Y que se pueda disfrutar de la oferta de la ciudad “sin aglomeraciones”. Califica como “excelente” la acogida que estas medidas han tenido entre la ciudadanía y los turistas, pese al “rechazo inicial” que en algunos casos pueda generar en algún empresario que detente intereses en la zona. De hecho, el corolario a toda esta serie de políticas de turismo sostenible se escenificó en un hecho. En octubre del año pasado Xábia acogió el Mediterrània Fórum, un foro de destinos mediterráneos sostenibles que contó con la participación de expertos de todo el arco mediterráneo, “desde Italia a Baleares, pasando por Catalunya, Francia o Almería”, y en el que se debatió a fondo sobre la problemática que todos estos territorios comparten y sus posibles soluciones.