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ASÍ TRABAJAN LOS ESTUDIANTES DE HOSTELERÍA DE LA RED CDT

“Me empapé de cómo trabajaban en la barra, cómo se relacionaban con el cliente internacional, cuál era su bodega…Trataba de ir detrás de ellos escuchando y observando para adaptarme. Intimida mucho salir de la escuela sabiendo teoría pero en el momento me relajé y entendí cuál era mi rol, sólo tenía que hacer lo mismo que en la escuela”. La escuela de la que habla Javier Parreño es la Red de Centres de Turisme de Turisme Comunitat Valenciana.

Javier estudió en el CdT de València el curso de bar/cafetería y servicio de restaurante en 2013 y el curso de sumiller en 2017. Sus prácticas las realizó en el hotel Westin de la ciudad. Entró y ya no salió. “No quiero que te nos escapes” le dijo la primera maitre del hotel cuando sólo llevaba 2 semanas en prácticas. Ahora lleva ya 7 años y considera el hotel como su casa.

“Cuando sales al mundo laboral te sientes un poco pequeña” coincide Naomi Martínez, quien también estudió el curso de servicios de restaurante. El simple hecho de llevar bien una bandeja ya es una habilidad compleja. Naomi lo recuerda bien, “aunque parezca simple, es de lo que más me ha servido en el día a día del restaurante.” Sus prácticas las realiza este año en la arrocería Alquería de la Font d’en Corts de València.

Naomi trabajaba como recepcionista en un hotel de Ibiza pero la pandemia truncó esta salida laboral y pensó en realizar el curso para abrirse paso de la hotelería a la hostelería. Javier trabajaba en hostelería, en el bar de su padre, pero al hacer el curso en el CdT quiso probar la restauración en un hotel. “Si teníamos idiomas el tutor de prácticas nos sugería elegir hoteles. Yo lo tenía claro. Un lugar grande siempre necesita gente y las prácticas es una forma de llamar la atención para meterte a trabajar”, asegura Javier.

HOSTELERÍA EN LA RED CDT: APRENDER Y TRABAJAR

Javier y Naomí son ejemplo de los cientos de estudiantes que pasan cada año por los CdT de Turisme Comunitat Valenciana buscando una salida laboral en la hostelería o mejorar su cualificación profesional. Muchos empiezan desempleados; casi todos se cortan el primer día que aprenden a usar el cuchillo, otros incluso se quedan encerrados en el congelador, cuenta riendo el profesor del CdT València, Jose Luis García Mascaraque; pero la mayoría consigue su trabajo al final.

Raquel Medrano, responsable de prácticas de CdT València, asegura que «unos 300 alumnos pasan anualmente por sus aulas y en el último ejercicio la inserción laboral estimada se situó en torno al 70%”. Los cursos de Cocina y Servicio de Restaurante incluyen 80 horas de prácticas en empresas, explica Raquel, y los propios alumnos, con la ayuda del tutor, eligen dónde quieren realizarlas. “Dada la situación que la covid ha provocado, muchas empresas o estaban cerradas o no podían asumir personal en prácticas pero Jorge, nuestro tutor, nos ayudó mucho a encontrar un buen sitio” recuerda Naomi.

Maica Nadal, gerente de la Alquería de la Font d’en Corts de València, dice que ella misma es la tutora del personal en prácticas y que cada alumno es asignado como ayudante de un empleado.

Estas prácticas permiten a los alumnos trabajar en las diferentes áreas y tareas del restaurante y son de un valor excepcional en la inserción laboral. “Habitualmente contamos con los estudiantes como extras si surgen necesidades puntuales y si existe una vacante, son los primeros en los que pensamos” afirma Álvaro Sánchez, responsable de recursos humanos del Hotel Westin.

LA RED CDT: PASIÓN, RECURSOS Y CONOCIMIENTO DEL DESTINO

Pero también en las clases los alumnos reciben formación muy aplicada y directamente de profesionales en activo, que también acaban contratando entre sus propios alumnos. José Luís García Mascaraque, responsable del restaurante del IVAM en València y profesor de la Red CdT desde 2003, comenta orgulloso que todos los del equipo de cocina de su primer restaurante fueron alumnos suyos.

“Lo que más me gustó fue encontrar a profesores que eran profesionales dentro del sector y transmitían pasión por lo que hacían. En la primera semana me contagiaron las ganas de hacer las cosas bien, me contagiaron su pasión y descubrí que quería ser como ellos. Además, éramos un grupo muy bueno. Tengo muy buenos recuerdos. La verdad que no recuerdo nada malo. Si tengo que decir algo malo es tener que hacer litros y litros de zumo de naranja cuando tocaba cafetería, pero hasta de eso tengo buenos recuerdos” asegura sonriendo Javier Parreño.

José Luís García Mascaraque explica que, además de las habilidades y conocimientos propios de la hostelería, es importante transmitir pasión y valores para el trabajo diario, “responsabilidad, memoria, organización, trabajo en equipo, gestión del tiempo, gestión del espacio de trabajo…”, asegura que son fundamentales dado el alto nivel de estrés en esta profesión.

Según el responsable de recursos humanos del hotel Westin, todos los alumnos que han pasado por el hotel demuestran interés y ganas de aprender pero, de los que recibe desde el CdT, destaca un valor adicional: “hemos visto que presentan un plus extra a otros centros, ya que los alumnos en su mayoría son de València y conocen tanto la gastronomía como la ciudad, lo que aporta un valor añadido a la hora de atender clientes que vienen de turismo”

García Mascaraque es profesor en otros centros de hostelería y no ve diferencias formativas importantes, pero sí es rotundo al afirmar que la Red CdT cuenta con medios y materias primas superiores: “el alumno, cuando acaba su formación, ha podido trabajar con material de última tecnología y materias primas de gran diversidad y calidad, superando con creces a todos los centros donde yo he impartido formación.”

EL FUTURO LABORAL: MENOS CANDIDATOS PERO MÁS PROFESIONALES

Tanto Maica Nadal como Álvaro Sánchez reconocen que actualmente, a raíz de la pandemia, es difícil encontrar personal para trabajar en turismo y hostelería, principalmente personal cualificado. “Entendemos que durante este parón muchos candidatos han enfocado su carrera profesional hacia otros sectores o se han formado en otras especialidades” comenta el responsable de Recursos Humanos del Westin. La gerente de la Alquería de la Font d’en Corts cree, además, que la discontinuidad en los horarios y la inestabilidad unida a las prestaciones públicas extraordinarias hacen poco atractivas las ofertas laborales en la hostelería actual.

Según Álvaro, “en el futuro, la rama de la hostelería estará más especializada pero sin embargo habrá menos profesionales”. Javier Parreño también apuesta por la cualificación y especialización: “veo el futuro de la profesión con ganas de crecer, mucha gente con ganas de no ser un portaplatos y con ganas de saber por qué hago esto o cómo está hecho lo otro.”

Parreño cree además que debería exigirse una titulación obligatoriamente para poder trabajar en hostelería, “todavía veo mucha gente que no estudió nada en relación con la hostelería pero que se cuela por tener idiomas. No deja de ser intrusismo. Alguien sin carnet de conducir no debería tener coche. En hostelería debería ser igual”

NO PARAR DE APRENDER: NUEVAS TÉCNICAS, IDIOMAS, MARKETING Y EMPRESA

Este ex alumno y camarero del Westin recomienda estudiar en la Red CdT y no sólo por obtener esta titulación mínima. Parreño considera fundamental no parar de aprender. Él mismo asistía a cursos de formación continua en el CdT de València por las tardes mientras por las mañanas estaba en el hotel. “A los que quieran trabajar en hostelería les diría que se preparen bien, pero que cuando acaben no paren de estudiar. La restauración camina a pasos de gigante. Hay que estar atentos a cada novedad”.

Y seguir formándose no sólo en hostelería, Álvaro recomienda no olvidarse de los idiomas. “Esta rama es apasionante, conocerán nuevas culturas, descubrirán mundo sin salir de su centro de trabajo… pero es imprescindible que trabajen los idiomas para no cerrarse puertas en su trayectoria profesional”

Maica Nadal, como responsable de su propia empresa hostelera, cree que también sería positivo incluir formación de marketing y empresa. “Que conozcan los costes y procesos, que se transmita la idea de empresa como proyecto común”, opina. Considera que serían útiles conocimientos comerciales: “Los camareros tienen que ser vendedores también. Si el cliente pide muchos entrantes, luego no van a valorar el arroz, que es nuestra especialidad. Es mejor que pidan postre, que es el plato de mayor beneficio” explica Maica.

Naomi reconoce que es una profesión sacrificada pero asegura estar encantada. “Trabajas mucho y muy duro. Cuando la gente está de vacaciones, tú no, pero es muy agradecida. Una vez entras dentro, ves el mundo con otros ojos. Aprendes, no sólo laboralmente, sino como persona.”