“La ciudad es el destino y el destino es la ciudad”. Ésta es, según Juan Díaz, Concejal de Presidencia y Comunicación del Ayuntamiento de Benidorm, la clave que hace diferente la gestión turística en este municipio y que le ha permitido mantenerse como destino referente en el turismo español desde el siglo pasado.
Los Premis Turisme CV han reconocido este año a Benidorm como “Destino Turístico de Excelencia”, justamente el mismo año del 700 aniversario del otorgamiento de su Carta Pobla.
Repasamos las claves turísticas de Benidorm, un pueblo que hoy es una ciudad de 75.000 empadronados, pero que en verano es capaz de alojar a más de 320.000 personas y acoger más de 400.000 en sus calles.
LA MEJOR CIUDAD PARA VIVIR ES LA MEJOR CIUDAD PARA VISITAR
Mantener el posicionamiento de Benidorm a pesar de la transformación social vivida a lo largo de tantos años no es fácil. La diferencia respecto a otros destinos es que “Benidorm se reconoce a sí misma, en realidad, como dos grandes playas urbanas – Levante y Poniente- que tienen tras ellas toda una ciudad de servicios de ocio y turismo. Las playas son las joyas de la corona” asegura el concejal.
A diferencia de otros ayuntamientos, donde el turismo tiene un concejal delegado, “en Benidorm todo es turismo” dice Juan, “el turismo es la única competencia que no delega el alcalde. La premisa: sólo seremos la mejor ciudad a la que venir de vacaciones si somos la mejor ciudad para vivir, lo marca todo”
SER «INDIGENTES HÍDRICOS», OPORTUNIDAD PARA LA INNOVACIÓN Y LA SOSTENIBILIDAD
Benidorm ha procurado siempre ir por delante de las tendencias. Fueron pioneros en la ordenación urbanística. Su primer Plan General de Ordenación Urbana es de 1956, anterior incluso a la Ley del Suelo, y desde entonces han aumentado la superficie protegida. “Más de la mitad del término tiene protección” dice el concejal de Presidencia, y “la concentración en altura permite gestionar mejor la recogida de residuos y el ciclo del agua”.
En cuanto a la gestión del agua, el concejal es muy gráfico. Son “indigentes hídricos desde siempre” y lejos de ser un problema, lo han visto como una oportunidad para innovar: “hemos desarrollado una red de distribución, de la mano de un socio tecnológico como Hidraqua y su Dinapsis Lab, que consigue una eficiencia superior al 96% -de cada 100 gotas de agua, 96 llegan a su destino-, cuando la media nacional y europea transita entre el 70 y el 75%”
Además, parte del agua residual depurada se destina a baldeo de calles y jardines, al igual que el agua del vaciado de piscinas privadas, que se recoge en cubas.
Todo ello se integra en el Plan Municipal de Adaptación al Cambio Climático que incluye también la medición de la huella de carbono y la huella hídrica, que ya miden todos los sectores inmersos en el turismo de la ciudad.
Igualmente están trabajando la integración de naturaleza en el tejido urbano aumentando las zonas de árboles y de sombra. “La remodelación de la avenida del Mediterráneo reduciendo el tráfico de 4 carriles a 1 y aumentando las especies arbóreas ha conseguido crear más sombras y reducir en verano hasta en 4 grados la temperatura” detalla el concejal.
Además, desarrollan programas de sensibilización ambiental con turistas y residentes e impulsan la eficiencia energética y el transporte sostenible con ciclo vías y carriles bici, «aún sabiendo que más del 70% de los desplazamientos en la ciudad son a pie».
LA CULTURA DEL DATO Y LA CERTIFICACIÓN
Benidorm aporta datos y garantías porque según explica el concejal “es un laboratorio de certifica realidades”. Seguir normas y estándares internacionales certifica sus esfuerzos y garantiza la mejora continua como excelencia.
Y todo ello con la monitorización y medición constante, desde la red de saneamiento hasta la afluencia a playas y centros turísticos.
“Benidorm apuesta por el dato y porque el dato no mate el relato de su realidad” dice Juan Díez. El análisis de los datos por parte del Smart Destination Lab permite dimensionar y optimizar los servicios públicos, la gestión turística y la promoción que se realiza a través del organismo público-privado Visit Benidorm, con un presupuesto anual de 1’6 millones de euros.
Así, combinan digitalización, sostenibilidad y participación ciudadana para mejorar la experiencia del visitante, proteger el entorno natural y urbano y optimizar recursos. Un trabajo reconocido con la certificación como primer Destino Turístico Inteligente del mundo en 2018 y la distinción Green Pioneer de la Comisión Europea en 2024, entre otros reconocimientos.