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OCEAN REPUBLIK: EL MAR ES DE TODOS

Existe todavía el estigma de que la náutica es una actividad elitista pero no es así. “El mar es de todos” es el proyecto con el que Ocean Republik se ha propuesto demostrar que el turismo náutico es accesible a cualquiera, también para las personas con diferentes capacidades o diferente poder adquisitivo. Un proyecto que ha hecho que esta empresa de la ciudad de València gane en 2022 el Premi Turisme Comunitat Valenciana al turismo inclusivo.

“Cuando abrí la escuela de náutica, el primer objetivo es que fuera rentable, claro. Pero una vez conseguido, nuestro objetivo ahora es social: que este deporte lo pueda disfrutar todo el mundo” nos cuenta Rafael Cerveró, director de Ocean Republik.

El MAR PARA LA REHABILITACIÓN TERAPÉUTICA Y LA REINSERCIÓN SOCIAL

Personas con movilidad reducida en las piernas, con síndrome de Down, Autismo, TEA, etc salen al mar con Ocean Republik y practican paddle surf o windsurf gracias al material adaptado que tiene esta empresa y la formación de sus instructores. Pero, además, ofrecen la práctica de sus actividades a personas en riesgo de exclusión social como son jóvenes internados en Centros de Menores.

“Firmamos convenios o realizamos acuerdos con centros y asociaciones con los que realizamos las salidas a precios reducidos. Asumimos nosotros el coste que supone, ya que necesitamos el doble de instructores, pero es un proyecto de gran rentabilidad mental y moral para nosotros. El mar es mi vida y quiero que todo el mundo lo disfrute como yo” asegura Rafael.

En Ocean Republik están convencidos de que la actividad en el mar tiene grandes beneficios psicológicos, terapéuticos y sociales: ayuda en la rehabilitación motora, mejora el equilibrio y la coordinación, ayuda a disminuir la ansiedad y centrar la atención, aumenta la autoestima, etc.

Pero, además, Rafael cree que puede ser una salida laboral para “los chavales de esos centros de menores, muchos inmigrantes, que tienen que abandonar el centro al cumplir la mayoría de edad” y por eso el verano pasado firmaron un acuerdo con una de estas organizaciones y un grupo de internos pudo aprender y trabajar con ellos durante un mes.

Cerveró reconoce que todavía es muy pequeña la parte de su clientela que usa los servicios adaptados y la mayoría llega por los acuerdos que firman con asociaciones y colectivos: “muy pocos son clientes particulares. Hay todavía obstáculos para el marketing y la comercialización del turismo náutico inclusivo: el desconocimiento, el miedo o respeto a practicar este deporte, la accesibilidad o las infraestructuras en el destino, etc”.

DISFRUTAR DEL MAR TODOS Y TODO EL AÑO

El director de Ocean Republik nos atiende desde Alemania, donde es juez en el Campeonato del Mundo de Windsurf. Allí, cuenta, miles de personas se acercan a la playa a ver la competición pesar de la lluvia y los 10 grados de temperatura. Rafael está feliz, le gustaría encontrar en València ese espíritu marinero, “en nuestra ciudad vivimos todavía de espaldas al mar, no tenemos ese vínculo, pero se ha avanzado mucho en los últimos 9 años gracias a las escuelas de vela y náutica que se han abierto. Ya no es necesario saber ni tener tu propio material para practicar surf, igual que no hace falta ser Ronaldo para salir a dar patadas a un balón”.

Reconoce que se ha extendido socialmente el deporte náutico y también se ha ampliado la práctica fuera de la temporada de verano, “cuando abrí era impensable tener clientela todo el año”. Ahora lo ha conseguido. Pero aún así, Rafael Cerveró no se da por satisfecho y tiene nuevos retos inclusivos en la cabeza: “me gustaría trabajar con alguna institución médica para apoyar en la rehabilitación de pacientes de lesiones medulares. Hemos visto ya una silla para adaptar el paddle que podríamos usar para personas con lesiones más severas. Y mi gran sueño sería ofrecer windsurf adaptado, aunque sé que es muy difícil y supondría un trabajo de ingeniería importante adaptar el material”

El responsable de Ocean reconoce que necesitan ayudas o financiación para llevar a cabo estos nuevos retos. Ahora todo lo asume la empresa. Aún así, confía en poder obtener ayudas sociales a través del club de vela de Ocean, que es una organización sin ánimo de lucro capaz de optar a proyectos con fines sociales como los que ofrecen las fundaciones de entidades bancarias.